Palmer, Seward y Soldotna
Seguimos paseando por Alaska... después del Parque Nacional Denali manejamos en dirección sur para ir al pequeño pueblito de Palmer, donde asistimos a un car-show y pudimos vender algunos libros. Dormimos un día en el estacionamiento de un supermercado, pero eso sólo duró una noche, porque Dave y Wendy nos encontraron en una montaña, justo en la cima mientras mirábamos un glaciar, y nos invitaron a su hermosa cabañita, donde sólo pasamos una noche porque Hiram y Maiko, un alaskeño casado con una japonesa, que tienen un hermoso hijito: Hatcher, nos invitaron a su casita también, hasta fuimos a la casa de los papás de Hiram a disfrutar de una cena familiar.
Enseguida organizaron para llevarnos a pasear, aprovechamos el día lindo y nos fuimos a "Hatcher Pass", un lugar remoto en el medio de las montañas que hoy no están nevadas, pero durante el invierno acumulan metros de nieve. Esta solía ser una mina de oro, que trabajaba sin descanso las 24 horas del día, los 365 días del año. Pero se destruyó, hoy son ruinas y´podemos ver cosas intactas con las que trabajaban en aquellos tiempos, por allá a principio de siglo, en condiciones increíbles. Pero kilos de oro salían todos los días...
En Alaska nos hemos malacostubrado: de latitas de atún al agua a salmón en todas sus formas. Con un pedacito que nos regalaron Juancho se hizo un plato gourmet en nuestra pasada por Anchorage, durmiendo en el supermercado.
Como todos tenemos vecinos, nada más que estos cambian todos los días, y a veces son humanos o pueden ser ballenas u osos. Pero esta vez era una linda pareja candiense que nos invitó a desayunar a su motor-home.
Siguiendo rumbo al sur encontramos la parte más linda de Alaska, montañas nevadas y lagos a montones.
En Seward pasamos unos días acampando en la zona del Exit Glacier, inicíando así nuestra aventura con los glaciares, y si... todavía sin conocer el Perito Moreno, pero para eso habrá tiempo.
Recorremos el hermoso lugar de punta a punta, olfateamos lindas zonas para dormir y pasamos un día entero caminando por las alturas de las montañas, buscando diferentes vistas del inmenso glaciar, y caminando, como siempre, al son de los silbidos y el: "Osiiiii!!!" Y esta vez funcionó, una mamá con dos ositos nos soprendió a pocos metros.
A pocos kilómetros está Soldotna, en el medio del bosque nos esperan Sonia, de Argentina, y Mike. Nos quedamos con ellos 3 días, disfrutamos de vivir en ese hermoso bosque y nos llevaron a conocer la pesca del salmón, fuimos a la desembocadura de un río, donde vemos a cientos de personas, padres o madres de familia, hasta los hijos, metidos en ese agua helada durante horas con su red, sin tener que hacer mucho, cada minuto sale alguien con un enorme pescado, y esto es así a cada hora, cada día de esta temporada de salmón que dura un par de meses, y se pescan los miles de salmones que alimentan a Alaska durante todo el año.
-Salmoncito a la parrilla hecho por Mike-
Se termina la vuelta por el sur, ya no hay a donde ir y tenemos que volver hacia el norte, el plan es pasar por Anchorage sólo un día, donde esperamos dormir en el supermercado otra vez, pero en ese mismo día recibimos el mail de Marcos Vega, un chico que nos compró un libro durante nuestra exposición en Fairbanks, invitándonos a su casa en Anchorage, a conocer a Antonio, su papá argentino y Mariana, su mamá dominicana. Nos agasajaron con un asado, nos convencieron de que nos quedáramos a dormir.
Hoy hace una semana que estamos en su casa, estamos raptados por un hogar feliz.
Mientras tanto, seguimos con planes para la vuelta... todo puede pasar.
¡Hasta la próxima! Sólo sabemos cuándo,
pero, ¿desde dónde?
Comentarios
BSOS
IÑA Y JOR
QUe buenooo todoooo!!!
bellisimos lugares!!
rodeados de gente copada siempreee!!
ABRAZOSsss!!!!
A disfrutar amigos!!
Acá preparamos el brindis para mañana, con honores para Uds! =)
Los quiero viajeros!
Un abrazo GIGANTE Y FUERTE desde Bahía! Los queremos mucho!!!
Por favor, no dejen de avisar cuando estén de vuelta así organizamos una recepción de "Yiperos" como Uds. se merecen!!!
Abrazos!!
Obe Giménez
Un abrazo desde Temuco, Chile.
Gracias por compartir su historia.
cariños.